miércoles, 26 de julio de 2017

SOMATIZACION DEL CANCER

Hoy vamos a dedicar estas letras a todas las personas que sufren directa o indirectamente algún tipo de cáncer  
      Relación    Psicoemocional 




El cáncer representa al mismo tiempo una alteración en la célula y una desviación considerable del mecanismo de reproducción de todo un grupo celular. Véase también la parte del cuerpo afectada y su utilidad para tener más información acerca de su mensaje específico.



      CÁNCER DE LA BOCA
El cáncer de la boca puede situarse al nivel del suelo de la boca, de los labios, de la lengua, de las encías o del paladar. 
Al ser la piel la línea de demarcación entre el exterior y mi interior, la boca, en sí, es la puerta de entrada, el vestíbulo entre lo que entra (aire, alimento, líquido) y lo que sale de ella (aire, palabras transportando las emociones).


       CÁNCER DEL COLÓN
El colón es una parte del intestino grueso en la cual digiero los alimentos.
Es uno de los tipos de cáncer más frecuentes en América del Norte a causa del consumo excesivo de carne y cereales refinados, azúcar, etc. Estos alimentos son difíciles de digerir y de asimilar.
Sin embargo, existen también otras razones: la búsqueda continua de satisfacciones, placeres y deseos materiales, sumados a los diferentes estados físicos, emocionales y mentales que puedo vivir cada día (alcance de la excelencia, ansiedad, angustia, etc.) son las causas principales de un desorden alimentario o digestivo.
Tengo poca alegría interior, estoy más o menos satisfecho de mi vida tal y como es.Me siento manchado en cuanto a un aspecto de mí – mismo. 

Me pongo a comer e inhibo mis emociones: es más fácil y mis necesidades se colman mucho más rápidamente.

Elijo una forma de recompensa que me es accesible muy fácilmente. Busco cierta satisfacción que me encanta volver a hallar en la alimentación grasa y pesada.

El estrés, el modo de vida y la herencia son probablemente también factores que predisponen a este tipo de enfermedad.

El cáncer del colón puede derivar de causas similares a las del estreñimiento pero con un factor emocional más importante y profundo. En el caso del estreñimiento, son las energías o las emociones más superficiales las que intervienen; en cambio, en el caso del cáncer de colón, hay que buscar la causa en las energías y emociones situadas más en profundidad.

Por esto, mis intestinos pueden funcionar normalmente o regularmente y puedo sin embargo desarrollar un cáncer del colón.
Mis intestinos hacen pues lo que pueden para conservarme en buena salud y debo respetarles preservando su buen estado lo más tiempo posible.

Me abro más a las alegrías de la vida y expreso las emociones que forman parte de mi vida!

Empiezo a practicar diferentes formas de relajación física e interior que me ayudarán a tomar el tiempo de vivir una existencia más equilibrada.


        CÁNCER DEL ESTÓMAGO                
Si tengo el cáncer del estómago, debo tomar consciencia del “trozo” o de la situación que no soy capaz de digerir.

Esta situación “que no pasa”, la vivo de un modo muy intenso y muy fuerte. “Es abominable todo lo que me hicieron, todo lo que me hicieron sufrir. Además, ¡no vi nada llegar!”

Esto puede expresar lo que vivo.
Es importante que tome consciencia del porqué de esta situación y cuál lección he de sacar para “dejar pasar la tormenta” y que se resorbe el cáncer.

Sólo puedo ganar si suelto mi ira y mi rencor y que los sustituyo por la aceptación y el perdón.


      CÁNCER DE LOS GANGLIOS
El sistema linfático se encuentra en mi cuerpo en paralelo con mi sistema sanguíneo. Transporta un líquido transparente y blanquinoso llamado la linfa que sirve a alimentar las células.
La linfa contiene proteínas y linfocitos (glóbulos blancos) y juega un papel importante en el proceso de inmunidad y de defensa del organismo. El sistema linfático está vinculado más directamente a mis emociones, a mi lado afectivo.

Los ganglios son como pequeños riñones del sistema linfático y sirven para filtrar la linfa de sus impurezas, un poco como los riñones para el sistema sanguíneo.

Entonces, un cáncer de los ganglios me indica grandes miedos, culpabilidad y desesperación frente a mis emociones en los planos amoroso y sexual.

Incluso si vivo actualmente una vida amorosa armoniosa, puede que profundas decepciones vuelvan a la superficie bajo esta forma de cáncer. Debo aceptar que todo puede ordenarse en mi interior con armonía y amor, trabajando sobre mi niño interior herido.


   CÁNCER DEL INTESTINO
Este cáncer se encuentra habitualmente al nivel del intestino delgado.
Cuando desarrollo esta enfermedad, debo hacerme la pregunta: ¿Qué es lo que no puedo digerir y que pasa “de través”?

Puede ser una palabra que me ha sido dicha y que me parece mala o puede ser también una acción que hallo injusta y no aceptable.El trozo es tan gordo de tragar que no sé si voy a conseguir digerirlo.
También puedo vivir un gran temor es decir saber si siempre tendré “algo de comer en la nevera”. Temo morirme de hambre por falta de víveres.

Sea la que sea la situación, desarrollo una actitud más positiva, sabiendo que la vida quiere lo mejor para mí y que acepto vivir en la abundancia.

Aprendo también a perdonar a las personas que pueden haberme dicho o hecho algo que me parece difícil de digerir.

Tomo el tiempo de expresar a esta persona el cómo me siento para traer la armonía en esta situación. Elimino el rencor en mi vida y lo sustituyo por la comprensión y la apertura de la mente


        CÁNCER DE LA LARINGE
Cuando un tumor maligno se instala en las paredes de la laringe, esto significa que siento una gran necesidad de expresar mi pena interior.

Tendría necesidad de chillar toda mi pena y tengo miedo de expresar mi perturbación.

¿Hay alguna persona o situación que me impida expresarme así?
Puede que me diga: “Más vale callar porque sería inútil que hable”.

Tengo la sensación de que se me cae encima y quisiera enfadarme pero no me atrevo.

No me siento respetado por lo que soy.

Así, tengo que aprender a tomar mi lugar y expresar lo que es para mí la verdad.

Esto me ayudará a comprender mejor el lugar que ocupo en mi entorno y en el Universo


        CÁNCER DE LA LENGUA
Aunque se admita que el cáncer de la lengua pueda ser favorecido por el tabaquismo o el alcoholismo, procede de un profundo sentimiento de desesperación significando que ya no tengo el gusto de vivir.

Además, puede que no exprese este mal de vivir o que inhiba así dichas emociones adentro mío.
El alcoholismo y el tabaquismo no son más que las ampliaciones de los sentimientos que vivo: por el alcoholismo, huyo de mis emociones, por el tabaquismo, hago pantalla a estas emociones que no quiero ver.

Es con la lengua que busco el alimento para poder mascarlo con mis dientes; por lo tanto si tengo un cáncer de la lengua, debo preguntarme si, en sentido figurado, tengo la sensación de ser capaz de coger el “trozo de alimento”. Veo lo que quiero alcanzar como algo vital para mí. Esto puede ser un trabajo, alimento, una nueva relación, etc. Busco recobrar el gusto de la vida, aumentar mi estima de mí y aprendo a expresar mis emociones.

Descubriré así todo lo que la vida tiene de hermoso por ofrecerme. ¡Paso a la acción y voy a buscar lo que necesito porque me lo merezco!


       CÁNCER DE PECHO
Los pechos representan la feminidad y la maternidad. Este tipo de cáncer suele indicar ciertas actitudes y pensamientos profundamente arraigados desde la tierna infancia. Desde los años 60, en ciertos lugares del mundo, la mujer se afirma más, toma su lugar
Entonces puedo tener dificultad en expresar mis verdaderos sentimientos, en encontrar un equilibrio entre mi papel de madre y de mujer cumplida.

Estos conflictos interiores profundos me atormentan como mujer que busca el justo equilibrio.

Se ha descubierto que este tipo de cáncer generalmente viene de un fuerte sentimiento de culpabilidad interior hacía uno – mismo o hacía uno o varios de sus hijos: “¿Por qué ha nacido? ¿Qué hice para tenerlo? ¿Soy bastante buena madre o mujer para cuidarme de él?

Todas estas preguntas aumentan mi nivel de culpabilidad, llevándome a rechazarme y aumentando mi temor a que me rechacen los demás.

Debo recordarme que “el amor por mi hijo siempre es presente pero que mis pensamientos son muy poderosos y que debo vigilarlos”. Si me juzgo con demasiada severidad, toda mi ira y mi rechazo se amplificarán, y mis emociones estarán “expulsadas” al nivel de mis pechos, que se vuelven el símbolo de mi “fracaso”.

Un cáncer del pecho quiere pues ayudarme a tomar consciencia de que vivo una situación de conflicto, tanto de cara a mí – mismo como a alguien más, que está vinculada a un elemento que forma parte de mi espacio vital, de mi “nido”.

Frecuentemente se tratará de mis hijos, mis “pajarillos”, o de alguien a quien considero como tal (por ejemplo una madre enferma que siento desprotegida, como “un niño pequeño”).

Puedo tener miedo que mi “nido” (hogar) se derrumba.

También puedo tener un gran miedo o un gran estrés con relación a la supervivencia de uno de mis hijos o de todos ellos.

En un sentido más amplio, el “nido” puede agrupar mi cónyuge, mi hogar, mis hermanos y hermanas, particularmente si viven bajo el mismo techo.

Es pues frente a la familia, lo que históricamente podría llamarse el clan, que tengo la sensación o el temor de que haya derrumbamiento, estallido.

Los hombres como las mujeres pueden desarrollar este tipo de cáncer, que es frecuentemente el conflicto interior masculino en aceptar su propia naturaleza femenina.

Sucede que algunos hombres manifiestan su lado femenino y materno casi tanto como las mujeres.

Como hombre, nunca seré una mujer pero, energéticamente, puedo ser tanto o más femenino que ésta.

Por esto el cáncer de pecho, en mí que soy un hombre, está asociado a la estima de mí – mismo y a mi capacidad de expresar naturalmente mi lado femenino innato.

Puede estar vinculado al hecho incluso de ser un hombre y al deseo inconsciente de ser una mujer. Es un aspecto que deberé equilibrar en mi vida.
El lado izquierdo corresponde al campo afectivo y el derecho, al campo racional.

El cáncer en el pecho izquierdo designa pues todas las dificultades afectivas y las emociones inhibidas en mí como mujer y más me vale aceptar la mujer y la madre en mí, y los sentimientos interiores que vivo con relación a cada uno de ambos papeles.

En el seno derecho, el cáncer indica la mujer responsable y lo que se espera de mí (lo que pretendo hacer con esta mujer “exterior”).
Observen que esto se aplica también a los hombres, aunque el cáncer del pecho en los hombres sea más escaso.

Para mí, como mujer en el universo físico, el volumen y la forma de mis pechos pueden tener cierta importancia según las circunstancias. Se observa que si mi lado masculino es dominante (yang [Es el nombre que se da en medicina China a la energía racional o masculina.

La energía afectiva o femenina se llama Yin]), puedo tener senos más pequeños y puedo considerarles frecuentemente como inútiles o sin valor. El cuerpo habla y mis senos también; soy yo la que he de decidir la importancia concedida a este símbolo femenino y sexual.

La búsqueda de un equilibrio es importante y el cuerpo se ajustará energéticamente en consecuencia de las decisiones tomadas por la mujer (o el hombre) en el porvenir.
Todo está en la actitud, el amor y la aceptación de sí en la sociedad y quiere ir hacia delante.


     CÁNCER DE PULMÓN
Al estar los pulmones directamente vinculados a mi capacidad de vivir, el cáncer de los pulmones me indica mi miedo de morir.

En efecto, hay una situación en mi vida que me roe por dentro y me da la sensación que me muero.

Quizás es después de una separación o de un divorcio, de la muerte de un ser querido, de la pérdida de un empleo que es muy importante para mí. De hecho, toda situación que para mí representa, conscientemente o inconscientemente, mi razón de vivir.
Cuando desaparece mi razón de vivir o si tengo miedo de que desaparezca, esto pone en evidencia que la otra posibilidad que a mí se me presenta es, en cierto modo, la muerte.

Entonces, ¿qué hay de la relación que se hace entre los fumadores y el cáncer de los pulmones?

Puedo preguntarme si es el humo de cigarrillo que me trae el cáncer de los pulmones o si es el miedo a morir que me hace fumar cigarrillos y, en consecuencia, me hace desarrollar el cáncer de los pulmones.

Cuando fumo, pongo un velo sobre emociones que me molestan y que me impiden vivir. Al no resolver el conflicto, éste puede crecer en mí al punto de hacerme desarrollar un cáncer de los pulmones.  Entonces, debo aceptar la vida y pensar que con cada inspiración y expiración, es la vida que circula en mí mediante el aire que respiro.

Decido que quiero vivir más allá de mis miedos y que la vida merece ser vivida, que merezco vivir.


       CÁNCER DE TESTÍCULOS
En los testículos se hace la producción de los espermatozoides esenciales a la reproducción. Si desarrollo un cáncer de los testículos, debo comprobar si vivo un sentimiento intenso debido a la pérdida de un hijo, o algo en mi vida que era para mí tan importante o tan valioso como un hijo.

Puedo haber vivido el fallecimiento de uno de mis hijos, tanto por enfermedad como en un accidente o después de un aborto.
Puede ser también, por ejemplo, uno de mis hijos que se ha marchado (de un portazo” y que nunca volví a ver.

Al haber salido bruscamente de mi vida, puedo vivir esta situación como la pérdida de un ser querido, como si hubiera muerto.

Otro ejemplo puede estar vinculado también a mí como hombre de negocios que, a causa de malas inversiones financieras, perdí la empresa “que había creado” y que consideraba como “mi bebé”.

Sea la que sea la situación vivida, tomo consciencia de los sentimientos que me habitan; los acepto para ayudarme a curar mis heridas, volver a aprender a reír y mirar ahora hacía delante en vez de rumiar el pasado.


     CÁNCER DEL CUELLO DEL ÚTERO
El cuello del útero (igual como el útero) representa la feminidad, la matriz original y el hogar materno.

Inhibo probablemente ciertas emociones referentes a mi hogar, mi familia o cualquier situación vinculada a ambos aspectos. Puedo sentirme culpable, rencoroso u odioso, pero no lo comento.

El hogar suele representar un ideal por alcanzar, bien sea respecto de mi pareja o de mi familia.

Puedo vivir grandes miedos, inseguridad o culpabilidad con la idea que este hogar no se formará como lo quisiera, o bien que corre el riesgo de disolverse, lo cual representaría para mí un fracaso.

Seguirá una desvalorización con relación a quien soy y lo que soy capaz de realizar. ¿Tengo yo miedo de volver a vivir en mi hogar el enjuiciamiento de un fracaso que puede que tuve en el hogar en el cual crecí?

Este tipo de cáncer está profundamente ligado a los principios del hogar nutricio, a mis actitudes y mis comportamientos con relación a éste. Acepto mirar con otra mirada este hogar que es el mío

viernes, 21 de julio de 2017

BIPOLAR, MÁS QUE UNA DEPRESIÓN

Expertos apuntan que muchos trastornos bipolares se tratan como depresiones mayores perjudicando la evolución de los pacientes

Tenida popularmente como una depresión de segundo orden, la enfermedad bipolar se reivindica.

Los Institutos de Salud Nacionales de EEUU han puesto de relieve que los días de trabajo perdidos por parte de pacientes bipolares doblan los de los pacientes depresivos, y no dudan en categorizar a esta enfermedad como la principal lacra de salud mental del país.

En su edición de septiembre, la revista American Journal of Psychiatry incluía un estudio llevado a cabo por la Universidad de Harvard, por encargo de los Institutos de Salud Nacionales de EEUU (NIH), en el que se recogían datos de 3.378 trabajadores con enfermedad bipolar, relativos al impacto de esta patología en el mundo laboral.

El estudio concluía que los bipolares estadounidenses causan anualmente pérdidas de 14.100 millones de dólares, y que la media de días de trabajo perdidos al año (65,5) supera en mucho a los de la depresión mayor (27,2).

Los depresivos mayores son muchos más (6,4% del total de la población activa, por sólo un 1% de la enfermedad bipolar), razón por la cual siempre se había pensado que el impacto de la depresión mayor superaba al de la depresión bipolar en términos de costes laborales.

La sorpresa de los investigadores ha sido descubrir que no ocurre exactamente así.
Para explicar este revés estadístico, los expertos apuntan a errores médicos al tratar muchas enfermedades bipolares como depresiones mayores, algo que deteriora la evolución de los pacientes y dificulta su integración a una vida normal.

El estudio en cuestión descubrió que hasta un 44% de los pacientes seguidos tomaba fármacos antidepresivos que, por sí solos, no garantizan el control adecuado de la enfermedad.

                                     TRASTORNO DEL HUMOR



Calificada muchas veces como depresión maníaca de forma algo equívoca, la enfermedad bipolar es en realidad un trastorno del humor que produce cambios drásticos y graves.

Los pacientes experimentan cambios que abarcan de periodos excesivamente eufóricos (con episodios maníacos) a fases de extrema tristeza y desesperanza (con episodios depresivos), que se repiten de forma cíclica y a menudo con días de humor totalmente normal (eutimia) entre un extremo y otro.

El trastorno bipolar debuta de forma típica en los últimos años de la adolescencia o los primeros de la edad adulta (de los 15 a los 25 años), y la mala noticia es que los episodios de manía y depresión habitualmente se presentan de forma recurrente durante toda la vida.

La principal característica de la enfermedad bipolar es pasar de una fase maníaca a una depresiva, separada por periodos cortos de estabilidad y normalidad

Debido a que muchos trastornos bipolares siguen confundiéndose con otros trastornos mentales como las depresiones, pueden transcurrir hasta diez años hasta su correcta identificación, perdiendo de este modo una ventana terapéutica excelente y la ocasión de un mejor control de las crisis.

Por razones que aún se desconocen, el número de mujeres con este trastorno triplica al de los varones.

Se sabe hoy día que el trastorno bipolar tiene un componente hereditario importante.
Los genes pueden determinar una susceptibilidad a dicho síndrome, toda vez que se ha sugerido también, como desencadenante, un desequilibrio de neurotransmisores o una disfunción sináptica.
DOS POLOS, DOS

Los cambios de humor, pasar de un estado de ánimo al contrario, son la principal característica de la enfermedad bipolar.

En la fase maníaca, el paciente experimenta una autoestima exagerada, una autoconfianza excesiva; duerme poco, habla mucho, expresa pensamientos competitivos y desarrolla una conducta muy impulsiva, a veces inapropiada.

Esta fase puede presentar también síntomas de agitación o de una cierta violencia que, junto con posibles alucinaciones, pensamientos delirantes o desordenados, pueden sugerir una psicosis.

Separada de la fase maníaca por periodos cortos de estabilidad y normalidad, la fase depresiva sume luego al paciente en un estado persistente de tristeza o desesperación, con trastornos del sueño, poco apetito, apatía, baja autoestima e incluso pensamientos suicidas.

Esta fase depresiva suele durar más tiempo que la maníaca.

Atendiendo a las características de cada fase y a sus ciclos, los psiquiatras distinguen una enfermedad bipolar de tipo uno (con periodos de depresión intercalados con manía, o incluso periodos mixtos en los pueden darse simultáneamente signos de manía y de depresión), de tipo dos (periodos de depresión intercalados con periodos prolongados, de al menos cuatro días, de manía leve o hipomanía), de ciclo rápido (presencia de al menos cuatro episodios de manía o depresión al año), inespecífica (periodos recurrentes de depresión intercalados con periodos de hipomanía muy breves, de menos de cuatro días) o ciclotimia (periodos prolongados, de al menos dos años, de alternancia de depresión leve o distimia con hipomanía).

El tratamiento no es fácil, puesto que comprende tanto los episodios agudos de manía como los de depresión bipolar y la prevención de recaídas.

Como la enfermedad  tiene una cura complicada, los psiquiatras abogan normalmente por recetar una combinación de fármacos: estabilizadores del humor (el más conocido es el litio), antipsicóticos y antidepresivos.
El problema es que el cumplimiento terapéutico dista mucho de ser el óptimo. Hasta un 64% de los pacientes asegura no tomar su medicación en los términos prescritos.
Tal incumplimiento es la causa más común de recaídas, que a menudo requieren hospitalización.

Independientemente que estos tratamientos solo esconden la enfermedad, pero en ningún sentido la curan.

UN TRASTORNO DE GRAN REPERCUSIÓN SOCIOECONÓMICA


El hecho de que más de la mitad de los pacientes bipolares compre las pastillas que requiere (no precisamente baratas) pero luego no las tome como se requiere revierte en crisis motivadas por falta de control y hospitalizaciones que pueden ser prolongadas.
Esta situación contribuye a que la enfermedad bipolar se asocie en el entorno sanitario a grandes costes.
La repercusión personal del trastorno bipolar no controlado puede ser grave y devastadora, afectando no sólo al trabajo sino también a las relaciones sociales y a la calidad de vida individual del paciente.

Casi la mitad de todos los individuos con trastorno bipolar intenta al menos una vez suicidarse.

En 1.998, el coste medio de por vida para cada paciente con trastorno bipolar se estimó en los EEUU desde casi 11.750 dólares para un episodio maníaco único hasta 625.000 dólares en los casos sin respuesta o crónicos.
Se fijó en aquel mismo año que el coste total de por vida del conjunto de personas diagnosticadas de trastorno bipolar ascendía a 24.000 millones de dólares.





jueves, 20 de julio de 2017

Me Amo y me Perdono

A GUSTO                     CONTIGO                         MISMO: 
      ASÍ SE CONSIGUE

"Conócete, acéptate, supérate" (SAN AGUSTÍN)
"Ser leal a sí mismo es el único modo de llegar a ser leal a los demás"   
(VICENTE ALEIXANDRE)
"El hombre debe afianzarse y sostenerse desde su interior, de otro modo se desplomará el templo" (MARCO AURELIO)
"Si tú no lo permites, nadie conseguirá que te sientas inferior"(ELEANOR ROOSEVELT)

    AUTOESTIMA SÓLIDA: CONSÍGUELA EN 10 PASOS:
¿Atraviesas un bache?, ¿cualquier problema te parece un mundo?
Puede ser por falta de autoestima.
La sociedad de hoy día nos impone modelos, valores y exigencias que, a la larga, terminan generando múltiples frustraciones.
La parte más dañada es tu "yo" interno, el que te empuja a seguir adelante o te frena de golpe.
Por suerte, hay una serie de estrategias fáciles que te permitirán mantener tu autoestima en todo lo alto incluso en los momentos difíciles.

1.-HABLA CON EL ESPEJO: 
Antes que nada, mide tu estado anímico. 
Si estás decaído, averigua el porqué.
No dejes el asunto de lado, se trata de ti.
El auto análisis es un ejercicio íntimo muy sano.
En esta "composición de lugar" debes identificar tus objetivos personales, aquellas metas que hace tiempo te propusiste y que vas re formulando según las circunstancias.

Sé sincero contigo mismo y ten claro que alcanzarlas no será fácil, pues todo tiene un precio, y el de la felicidad suele ser muy elevado. ¿y qué importa?                            TÚ PUEDES

2.-PIENSA DIFERENTE:     
Una de las máximas de David D. Burns, psiquiatra de la Universidad de Stanford (Estados Unidos), es que "sentirás según como pienses".
Y es que el mundo lo interpretas a través de tu forma de pensar, y es ahí donde emanan tus sentimientos.
"Lee" el mundo de manera positiva.
No se trata de pintar un escenario idealizado y falsamente maravilloso, pero los pensamientos negativos llevan a tener sentimientos del mismo signo. Burns los llama pensamientos distorsionados. 
El mundo no es blanco o negro.
Introduce matices que cambien tu forma de pensar y de sentir.

3.-NO DESTRUYAS, CONSTRUYE:     
¿Cómo elegir entre unos pensamientos y otros?
¿En qué se diferencian los sentimientos sanos y positivos de los que no lo son?
¿Se pueden evitar los pensamientos distorsionados?
Nuestras percepciones de los problemas pueden despistarnos un poco.
Sin embargo, ante la duda, sigue este consejo: lo sano y positivo es construir; lo negativo es destruir.
Adopta este punto de vista y verás cómo te sientes más abierto y activo.
Tu estado de ánimo lo notará rápidamente, es una cuestión de actitud.

4.-SÉ EL CONTABLE DE TUS EMOCIONES:     
Lo que nos pide ahora el doctor Burns es que nos pongamos el disfraz de empresarios de nuestros sentimientos.
¿Qué significa esto?
Muy sencillo, es lo que haces cada día en tu vida cotidiana: evaluar el coste / beneficio de las actitudes y acciones que llevas a cabo.  
Normalmente nos fijamos más a la hora de ejecutar una acción, pero respecto a las emociones nos solemos dejamos llevar.
No se trata de reprimirte, sino de que evalúes aquel enfado o aquella súbita alegría, de que veas si realmente te compensan o no.
Piensa que lo más rentable son los sentimientos y actitudes positivas.
El resto, no merece la pena.

5.-EXPRÉSATE TAL Y COMO ERES:     
Reconócelo: la persona con la que más hablas es contigo mismo.
Aunque seamos seres sociales, tenemos un mundo interior tan rico y diverso que cada uno de nosotros es en sí mismo una mini sociedad.
Esas "voces internas" están ahí para alabar, criticar, estimular, desmotivar ... para todo.
Si no las exteriorizas, acabarán volviéndose contra ti.
Exteriorízalas, confróntalas con la gente que te rodea, enemístate y reconcíliate con ellas de la mejor manera.
Compartir lo bueno y lo malo que hay en ti es la mayor opción liberadora.
Pruébalo.

6.-EL PERFECTO ... INSEGURO:     
Existen dos actitudes contraproducentes:
el perfeccionismo y el miedo al rechazo.
Destierra ambas, son los mayores enemigos de la autoestima.
Querer hacerlo todo bien es ridículo.
¿Quién no ha tenido ese jefe ultra-meticuloso que lo único que conseguía era la guasa de los empleados?
Errar es la única forma de aprender.
El excesivo perfeccionismo genera frustración e inseguridad.
De ahí, el temor al rechazo.
Asume tus imperfecciones y ríete de ellas

7.-POTENCIA TU BUEN HUMOR:     
Se habla mucho de la autoestima, pero ¿qué es exactamente?
Los profesionales la definen como la percepción que una persona tiene de sí misma.
En términos más comunes, es el sentimiento de aceptación y cariño hacia uno mismo, unido a la conciencia de valía personal.
Sin duda, la autoestima se relaciona con el "ánimo" (ese extraño brebaje con dos ingredientes: querer y poder).
El ánimo es el motor de la autoestima, una máquina que necesita una gasolina muy especial: el humor.
Echa unos cuantos litros de buen humor a tu ánimo y no habrá quien te pare.

8.-PARA GANAR, PRIMERO HAY QUE PERDER:     
Ya has asumido que no eres perfecto, no te sorprendas si llegan las derrotas.
Porque llegarán.
No suena muy alentador, pero es una condición esencial para elevar tu autoestima.
Acepta los fracasos con naturalidad (forman parte de la vida), pero no te resignes
¿Te han negado un aumento de sueldo?
Trabaja con más dedicación, haz ver a tus jefes que lo mereces, muéstrales tu verdadera valía.
Tu actitud no pasará inadvertida y lo conseguirás.

9.-APROVECHA LAS OPORTUNIDADES:     
La autoestima es un tren con un horario cambiante y que no pasa todos los días por tu estación.
El doctor Burns repite un refrán muy conocido: "no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy".
El mejor momento para empezar a mejorar es ahora.
Quienes son holgazanes con sus propios sentimientos, difícilmente pueden tener una actitud positiva.
Piensa que es un asunto de actitud y que es un contrasentido que una palabra que sugiere acción, agilidad y determinación sea compatible con ese tipo de excusas.
Nadie dice que vayas a llegar hoya la meta, pero tienes que partir de la línea de salida ya.

10.-EL EQUILIBRIO FELIZ:     
El último paso nos devuelve al primero, porque la confianza es un círculo que tú mismo vas trazando.
De nuevo, debes "sentarte frente al espejo" y rendirle cuentas.
Con los pros y los contras encima de la mesa, trata de buscar el equilibrio.
Por mucho que a veces te veas en el cielo y otras en el infierno, lo cierto es que sólo -y no es poco- estás en la tierra.
Seguro que tienes tus objetivos más cerca.
De todas formas, piensa que lo más importante es que te sientas bien contigo mismo.
Si has logrado eso, lo demás puede esperar.
No obstante, sigue adelante.